Definir una meta es siempre una fuente de automotivación muy poderosa. Sin embargo, si queremos que sea eficiente debemos plantear metas realizables, de lo contrario al poco tiempo nos estaremos estrellando contra un muro de frustración. Para que una meta pueda ser realizables debe recoger en su definición:
Medible – Específica – Tangible – Alcanzable
Debemos tener claro para qué queremos dicha meta. La meta tiene que ser una poderosa fuente de motivación, es la primera premisa que debe cumplir. Ha de se algo que deseemos con fuerza cumplir y que genere en nosotros un espíritu guerrero cargado de energía para emprender la acción. Pero si no queremos darnos un batacazo a la primera de cambio y que nuestro cerebro hundido en el fracaso quiera esconderse en una cueva, debemos planearlo bien.
Recuerda que el mejor día, siempre fue ayer.