Pilares Fundamentales
No eres quien crees que eres
Te has parado a pensar si lo que haces es realmente lo que te apetece o por el contrario la mejor opción que podías hacer. Si tuvieras más tiempo, o más dinero, tuvieras otra pareja, o vivieras en otro lado… ¿Qué cambiaría? Puede que no estuvieras haciendo las mismas cosas.
Esta claro que tenemos una esencia que nos diferencia de nuestros hermanos, criados en un ambiente muy parecido pero muy diferentes. Pero sin que sea malo, nos realizamos en la medida que podemos expandirnos.
No es malo. Simplemente puede ser bueno pensarlo, para saber más cosas de nosotros y quizás poder llegar a conocernos.
Somos un cúmulo de recuerdos, puestos por la televisión, la cultura, los amigos, la familia…
¿Por qué nos gusta guardas las cosas con valor o bonitas? Porque no nos enseñan a disfrutarlas, muchos de nosotros habremos sentido como algo se ha hecho viejo y ni siquiera lo usamos.
O recuerdos que con cariño podríamos usar y llevar siempre encima ese valor especial y sin embargo guardamos y casi olvidamos en un cajón.
¿Quién nos dice esta bien o esta mal? Simplemente damos por hecho.
Quiénes somos esta definido por nosotros mismo y por el entorno donde estamos y las posibilidades que este nos brinda para realizarnos de forma más libre.
Practica:
Imagina estar en una habitación donde tienes todo el material que necesitas para realizar tu trabajo. No siempre estamos en esas habitaciones, ahora crea la similitud con la vida. Depende donde estés, las opciones son diferentes y tus elecciones así con ellas. De las necesidades que tienes cubiertas.
Eso no quiere decir, todo sea el entorno, nosotros mismos tenemos una predisposición a elegir esas opciones, pero también abrir a elegir en que habitación estáis.
Habitación/Vida = Yo + ΣRelaciones + ΣAmbiente
* Relaciones: Familia, amigos, novios
*Ambiente: Casa, trabajo, ciudad
La Herencia
¿Te has detenido a pensar alguna vez cual dueño de tus actos eres y en que parte tu cerebro?
Tu cerebro al igual que tus manos son el producto de una evolución, muy buena, pero quizás no tan perfecta para el día que estas viviendo hoy. Tus manos tienen pulgares retráctiles porque en su evolución se vio que era útil para manejar herramientas.
Hoy en día seguro que se podría diseñar una mano mejor adaptada para usar dispositivos móviles y ordenadores… Pero la mano que tenemos, es la que tenemos hoy. Todavía no ha cambiado y a nuestro cerebro, le pasa igual.
Es una adaptación, la evolución natural. Esta evolución tarda miles de millones, es un proceso lento. Así que tienes un cerebro, medio primate, medio homínido, sapiens y moderno. No es perfecto, es lo que hay. Y muchas veces tus reacciones tienen más que ver con las de un mono, que con la persona tan integra que nos creemos que siempre somos.
Sabiendo eso, ponte en duda, se más asertivo e intenta comprender mejor a los demás, puede que por muy inteligentes que seamos en muchos momentos no seamos tan listos.
Llevamos más años en nuestra evolución siendo más parecidos a un mono que a un ingeniero aeroespacial.
Nuestro cerebro no es tan moderno como creemos. Al igual que el pelo de los brazos o pezones en los machos, nuestro cerebro tiene una herencia de la antigüedad. Muchas veces sigue funcionando automáticamente como funcionaba en la época de las cavernas.
Esto no nos sirve solo para asombrarnos o preguntarse por ello, sino ser consciente de que en ocasiones se produce un funcionamiento automático (automatismo) de nuestro cerebro, al cual apodaremos, secuestro amigdalino, nombrado así por el Cirujano Mario Alonso Puig.
Cuando nos invade una sensación de miedo, desconcierto… Nuestro cerebro suministra más riego al sistema límbico encargado de la parte más emocional, que al córtex prefrontal la parte del cerebro del raciocinio o razonamiento.
Como si de un enfrentamiento contra un león se tratara, nos indica que huyamos, que corramos, nos escondamos… Todas estas soluciones (tomadas por el cerebro emocional límbico) pueden ser desastrosas ante una situación que debemos afrontar con rectitud, fortaleza y sensatez.
Poder observar esto, podrá hacernos retomar nuestras riendas antes y organizar mejor nuestras acciones.
No dejes al mando de tu vida a un jockey que solo le dominan las emociones, es como poner a un mono a intentar, conducir una nave espacial o resolver problemas de física cuántica.
Automatismo
Como hemos mencionado, ese funcionamiento automático de nuestro cerebro, llamado automatismo, se puede producir por esa herencia de nuestro cerebro adaptado, o simplemente muchas veces por asociaciones de conductas impuestas a determinados sucesos.
Es decir, redes neuronales que se crean a través del tiempo después de haber estado haciendo siempre lo mismo, una misma conducta. Eso genera un mecanismo respuesta a un suceso determinado, sin ni siquiera haber pensado o reflexionado en nuestra respuesta. Podemos estar reproduciendo un habito o conducta que tan poco nos gustaba de nuestros padres o amigos. Aprendemos por imitación y sin habernos dado cuenta, aprendimos a reaccionar ante un estimulo sin detenernos a si es así como queremos ser, como queremos reaccionar y que después nos puede hacernos sentir incómodos si tenemos conciencia, un remordimiento de conciencia.
Esa no es la persona que quieres ser y si no haces un gran esfuerzo por evitarlo, por cambiarlo, siempre repetirás esas mismas cosas, terminaras por ser casi una copia de actos que no te gustaban de otras personas.
La solución: Proyecta, imagina en tu mente, esa persona que quieres ser, tu «yo ideal». Imagina como sería él y que haría ante esas situaciones e intenta ser ese yo ideal, que te hará sentirte tan bien contigo mismo.
Ese es tu auriga dominando los caballos que tiran de tu carro, tu vida.
¿Por qué nos es tan difícil controlarlo?
Todo es en nuestro interior una cuestión de química, no tiene nada de magia. Es una adicción química, donde receptores en la membrana celular favorecen la absorción de la hormona cortisol.
¿Quién manda aquí?
No conseguiremos cambiar de conducta si no nos esforzamos. ¿Podrás vencer a la segregación de una hormona? ¿A una adicción? Es una cuestión de debilidad o fortaleza.
«Si queremos crecer no debemos prestar demasiada atención a nuestras emociones, sino a nuestras elecciones. No dejarnos llevar por las emociones.» Mario Alonso Puig.
Acción vs Intención: A veces nos apetece no hacer nada cuando nos levantamos por la mañana y elegimos hacerlo. Las emociones solo son una parte de nosotros, la parte inconsciente y no podemos dejarnos llevar por estas emociones solamente si queremos crecer. La parte más poderosa del humano es la consciente y es la única que nos va a ayudar a solucionar. |
Asociaciones
Como hemos visto, lo que sucede y como interactuamos con ello, muchas veces es un automatismo, una respuesta automática por una asociación de conducta a un estimulo. La realidad de lo que nos sucede, lo asociamos a emociones y posteriores sentimientos.
Ej. Una persona Hindú, al ver una serpiente sentirá amor y alegría, un occidental sentirá temor.
La realidad es dependiente del observador, no hay una verdad absoluta, todo realidad es interpretada por nosotros mismos, nuestras asociaciones y herencia que nos pueden hacer actuar automáticamente, sin controlar si queremos ser así o no.
Ser consciente es el único recurso que podemos tener para discernir, si lo que sentimos o pensamos es algo positivo o negativo, y si nuestra conducta es la que haría nuestro «yo ideal«.
Esta claro que no podemos vivir pensando en cada cosa que hacemos, pero si un equilibrio entre el inconsciente (sistema 1) total y el consciente (sistema 2), tener un disparador, alarma o trigger para cuando ocurre el suceso que nos hace reaccionar, nos ayude a tomar el control.
Esta nueva conducta sembrara el camino de un habito, mucho mejor del que solemos hacer si no nos paramos a reflexionar, en si la traducción que he hecho de una emoción a un pensamiento, realmente a sido bien tratada o se ha debido a una mala experiencia pasada.
¿Vas a dejarte manejar por un ser que no quieres ser?
Se el auriga de tu carro, lleva la vida que quieres y se quien quieres ser.
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